Hace unos días, cenando en un comedor tipo autoservicio llegó el momento del postre, entonces comenté "voy a pedir un heladito digestivo", lo que provocó entre mis acompañantes que giraran hacia mí y me vierna como un extraño.
Simplemente me refería a ese helado que uno come cuando en realidad no necesita hacerlo, es decir que ya no tenemos ganas de comer, ni ncesidad física, pero nuestra cabeza sigue demandando más, como diciendo... "Y no te vas a ir sin comer el postre.", entonces caemos en la trampa y vamos por él.
Lo de digestivo tiene que ver con el efecto que uno le atribuye al mismo, ya que al incluir el gusto limón, se dice que este tiene un efecto digestivo, lo cual no está ni estará nunca comprobado, pero basta con que alguien alguna vez lo haya mencionado para agarrase de ello, siempre y cuando nos convenga en ese momento.
bueno, los dejo porque tengo que ir a pedir un heladito de limón a la esquina, nos vemos en la próxima publicación.
Roberto.-
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